Mi cuerpo, tu cuerpo, nuestro cuerpo.
Generalmente es cuando por fin descansamos, cuando nos damos cuenta de lo agotadas que estamos. Cuesta creer, que llegamos a olvidarnos de prestar atención a nuestro cuerpo, este que a mí, me acompaña desde hace mas de 50 años y a quién tantos "meneítos" le he dado. Es muy importante no dejar de escucharlo, porque el cuerpo es sabio, y nos dará señales de cansancio, de sobrecarga, de inflamación, de alguna articulación que se atasca.... y no hablo de lesiones o enfermedades. Precisamente en esta etapa en la que estamos descubriendo nuestra mejor versión de nosotras mismas donde nuestro cuerpo comienza a expresarse mas alto y mas claro. ¿Te paras a menudo a escucharlo?, es sencillo, basta con soltar todo el aire que tenemos dentro, (recordemos primero vaciar, después rellenar) y volver a renovar nuestros pulmones de aire nuevo; volver a soltar y a inhalar nuevamente, y repetimos varias veces hasta que notemos como nuestra atención está puesta exclusivamente en la respir...