APROVECHARNOS DE NUESTROS PENSAMIENTOS DE FORMA INTELIGENTE
Porque sí se puede, te lo digo yo. Igual que elegimos desde por la mañana, qué ropa, calzado y maquillaje llevaremos ese día, podemos decidir qué pensamientos vamos a permitir nos tengan la cabeza ocupada y cuales vamos a mantener en silencio, no echarlos, sino calladitos y si fueran requeridos .....
Porque aunque parezca una locura, no lo es. Yo puedo decidir estar muy atenta a los pensamientos durante mis primeras horas en la mañana y darme cuenta de cuando me meto prisa para salir, o cuando me digo que una ropa concreta me queda fatal, o cuando me digo que la tostada con mantequilla me engordará, y cambiarlos por frases amorosas, -si, si, amorosas- mis pensamientos, pueden ser tan amorosos como yo decida que sean: "que bien estuvo la idea de levantarme media hora antes, así voy con tiempo"; "mejor me pongo este pantalón, que me siento mas elegante cuando lo llevo", "qué bien le sienta a mi cuerpo la fruta y el yogur"
Al principio nos costará, y nuestra mente en automático se irá a la queja, a la negatividad, a la presión, a la crítica, y ahí es donde entramos nosotras y nuestra motivación, tenemos que elegir tomar las riendas de nuestros pensamientos, de nuestra vida, y ser nosotras quien decidamos qué pensamos, para qué pensamos, y que resultados queremos obtener con nuestros pensamientos.
Porque la motivación para seleccionar los pensamientos es tanto o más cómoda y fácil, que la motivación que requiero elegir una determinada prenda de vestir.
Es sencillo poner atención, a los pensamientos ya que podemos llegar a tener taquicardia, o provocarnos un despiste con consecuencias mejorables. Nuestro cuerpo físico recibe los resultados de nuestros pensamientos. Por ejemplo, si te pido "piensa en un limón, en su olor, en su forma, su tacto, y su sabor", ¿a que estás salivando? pues ahí está. El pensamiento incide en nuestro organismo, en nuestro estado de ánimo, y en el estado de ánimo las personas que nos rodean. Porque no es lo mismo, ir por la calle con la cara de haber chupado un limón, que ir por la calle con la sonrisa plantada en la cara, sabiéndonos mujeres valientes, poderosas y serenas.
¿Que cómo? Sencillo. Ahora mismo, inspira profundamente, y suéltalo -laaargo- así un par de veces, suelta todo el aire, que no quede nada dentro de tus pulmones. Y entonces, ya vacía y con los aires renovados, anota en un pequeño papel una frase corta que te inspire: "soy una mujer creativa", soy una mujer serena", "yo mando en mi tiempo", "soy una buena madre", "me gusta mi trabajo", "en mi casa encuentro el espacio donde quiero estar". Hay millones de frases inspiradoras. Pues escoge una, y anótala en un trozo de papel que llevarás contigo y que guardarás en un lugar al que tengas fácil acceso, para poder mirarlo de vez en cuando, incluso te recomiendo que pongas una alarma en el móvil, que cada 3 horas, por ejemplo, te recuerde la frase inspiradora que elegiste. En cuanto a nuestro tema -menopausia-, podríamos elegir frases como "mi cuerpo se mantiene sano", "el ejercicio físico me sienta muy bien", "he aprendido a adaptar mi alimentación a esta nueva etapa de mi vida", "estoy muy satisfecha de ser la mujer que soy". Puede que ni hagamos ejercicio, ni llevemos una alimentación adecuada a la etapa que estamos viviendo y al leerlo, o decirlo mentalmente, nos suene a rollo patatero. Atención, la magia está en ser tenaces y hacerlo en principio sin ver resultados, como cuando plantamos una semilla, que de momento no vemos cómo brota, y que si regamos cuando se requiere, brotará una planta perfecta. Este es el mecanismo, nuestra mente se va acostumbrando a transmitir al organismo el deseo, el gusto, el bienestar que nos aporta llevar a cabo la decisión de cuidarnos.
Porque seamos sinceras, todas sabemos que en esta etapa de nuestra vida, lo que mejor nos sienta es mimarnos, querernos, y reunirnos con otras mujeres que recorren este mismo camino, que de seguro nos lleva a la mejor versión de nosotras mismas.
Porque aunque parezca una locura, no lo es. Yo puedo decidir estar muy atenta a los pensamientos durante mis primeras horas en la mañana y darme cuenta de cuando me meto prisa para salir, o cuando me digo que una ropa concreta me queda fatal, o cuando me digo que la tostada con mantequilla me engordará, y cambiarlos por frases amorosas, -si, si, amorosas- mis pensamientos, pueden ser tan amorosos como yo decida que sean: "que bien estuvo la idea de levantarme media hora antes, así voy con tiempo"; "mejor me pongo este pantalón, que me siento mas elegante cuando lo llevo", "qué bien le sienta a mi cuerpo la fruta y el yogur"
Al principio nos costará, y nuestra mente en automático se irá a la queja, a la negatividad, a la presión, a la crítica, y ahí es donde entramos nosotras y nuestra motivación, tenemos que elegir tomar las riendas de nuestros pensamientos, de nuestra vida, y ser nosotras quien decidamos qué pensamos, para qué pensamos, y que resultados queremos obtener con nuestros pensamientos.
Porque la motivación para seleccionar los pensamientos es tanto o más cómoda y fácil, que la motivación que requiero elegir una determinada prenda de vestir.
Es sencillo poner atención, a los pensamientos ya que podemos llegar a tener taquicardia, o provocarnos un despiste con consecuencias mejorables. Nuestro cuerpo físico recibe los resultados de nuestros pensamientos. Por ejemplo, si te pido "piensa en un limón, en su olor, en su forma, su tacto, y su sabor", ¿a que estás salivando? pues ahí está. El pensamiento incide en nuestro organismo, en nuestro estado de ánimo, y en el estado de ánimo las personas que nos rodean. Porque no es lo mismo, ir por la calle con la cara de haber chupado un limón, que ir por la calle con la sonrisa plantada en la cara, sabiéndonos mujeres valientes, poderosas y serenas.
¿Que cómo? Sencillo. Ahora mismo, inspira profundamente, y suéltalo -laaargo- así un par de veces, suelta todo el aire, que no quede nada dentro de tus pulmones. Y entonces, ya vacía y con los aires renovados, anota en un pequeño papel una frase corta que te inspire: "soy una mujer creativa", soy una mujer serena", "yo mando en mi tiempo", "soy una buena madre", "me gusta mi trabajo", "en mi casa encuentro el espacio donde quiero estar". Hay millones de frases inspiradoras. Pues escoge una, y anótala en un trozo de papel que llevarás contigo y que guardarás en un lugar al que tengas fácil acceso, para poder mirarlo de vez en cuando, incluso te recomiendo que pongas una alarma en el móvil, que cada 3 horas, por ejemplo, te recuerde la frase inspiradora que elegiste. En cuanto a nuestro tema -menopausia-, podríamos elegir frases como "mi cuerpo se mantiene sano", "el ejercicio físico me sienta muy bien", "he aprendido a adaptar mi alimentación a esta nueva etapa de mi vida", "estoy muy satisfecha de ser la mujer que soy". Puede que ni hagamos ejercicio, ni llevemos una alimentación adecuada a la etapa que estamos viviendo y al leerlo, o decirlo mentalmente, nos suene a rollo patatero. Atención, la magia está en ser tenaces y hacerlo en principio sin ver resultados, como cuando plantamos una semilla, que de momento no vemos cómo brota, y que si regamos cuando se requiere, brotará una planta perfecta. Este es el mecanismo, nuestra mente se va acostumbrando a transmitir al organismo el deseo, el gusto, el bienestar que nos aporta llevar a cabo la decisión de cuidarnos.
Porque seamos sinceras, todas sabemos que en esta etapa de nuestra vida, lo que mejor nos sienta es mimarnos, querernos, y reunirnos con otras mujeres que recorren este mismo camino, que de seguro nos lleva a la mejor versión de nosotras mismas.
Cada mañana, dedica unos instantes
a visualizar como eliges que sea tu día
hoy.
Gracias
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